La viñeta representa la festividad de la Fiesta de la Cruz trasplantada desde Andalucía a Harlem. El texto subraya cómo se mantienen sus elementos tradicionales de la fiesta: las cruces, la comida, los rituales, la música y el baile que han dado lugar a un evento “acriollado” por los campesinos y plenamente vigente en un contexto iberoamericano que “mantiene incólumes los usos y costumbres en el centro de la gran babel neoyorquina”.