La escena representa el juego de “los tres dedales” -denominado en España “trilé”- y comenta que, supuestamente, se importó desde San Juan a Nueva York en los años treinta. Explica el funcionamiento de la estafa que invita a hacer apuestas para localizar un granito bajo uno de los tres dedales. Se explica el modus operandi: otra persona actúa de "gancho" y quien apuesta nunca acierta dónde está el granito. El texto documenta quiénes llevan a cabo este timo y en qué zonas de Harlem operan.