Partidaria Leal, Compatriota de Confianza
La correspondencia entre Leonor Villegas de Magnón y los funcionarios de las fuerzas constitucionalistas ilustran el nivel de respeto que se le tenia a Villegas de Magnón. A ella se le confiaba el cuidado de los soldados sin restricciones e incluso se le ponía al tanto de la información militar confidencial. Ella sirvió no solo como jefa de las enfermeras que fueron enviadas para auxiliar a los soldados constitucionalistas en todo México, sino que a menudo también era mensajera y, a veces, hasta asesora. En gran parte de su comunicación con Villegas de Magnón, el Primer Jefe Venustiano Carranza, el líder principal de las fuerzas revolucionarias, le llama amiga, le declara su gratitud y se pone a su servicio. Otros oficiales militares y generales a menudo hacian lo mismo en su correspondencia. En esta página, se encuentra una muestra de sus intercambios de cartas y telegramas.
En su autobiografía, La Rebelde, Leonor Villegas de Magnón describe su primer encuentro con Venustiano Carranza en abril de 1914. Después de haber atendido a más de 150 soldados heridos durante el curso de dos batallas en Nuevo Laredo, la Cruz Blanca Constitucionalista es llamada a Ciudad Juárez , Chihuahua, para atender a los heridos en Torreón durante la segunda toma de la ciudad por parte de Francisco Villa (del lado constitucionalista). Lleva a 25 mujeres con ella a San Antonio para tomar el tren a Ciudad Juárez; pero allí, le dicen que primero debe reunirse con el primer jefe Carranza para recibir órdenes en persona.
"¿Ordenes?... es que nunca he recibido órdenes de nadie...es que yo sé lo que tengo que hacer" (La Rebelde 94)
Despues de ser asegurada que Carranza y los constitucionalistas conocían y agradecían sus hazañas y servicios, Villegas de Magnón acepta reunirse con Carranza al día siguiente.
En la reunión, Venustiano Carranza deja en claro que la respeta y que confía en ella; no se le requiere su portfolio de documentos. Villegas de Magnón está complacida con el espíritu amable que emana de su persona mientras hablan. Carranza sorprende a Villegas de Magnón con un recuento de su niñez: cuando eran niños, llamaron a un médico para atender una quemadura que había sufrido Carranza en su mano izquierda.
El doctor que le atendió le había comunicado a Carranza que ese mismo día él había atendido a una niña que había sufrido la misma lesión en la misma mano. Después descubrió Carranza que esa niña era Leonor, la hija de Joaquín Villegas, y desde entonces sabía que estarían unidos en un gran evento. "¿Es usted hija de Joaquín Villegas?” le pregunta Carranza a Villegas de Magnón en esta junta. “Mire, señora, la había estado esperando" (101-102).
Durante esta reunión, Carranza comunica al médico de las fuerzas militarías que Leonor Villegas de Magnón estará a cargo de la salud de los soldados. Se le solicita a Villegas de Magnón que le informe directamente sobre las condiciones de ellos y las necesidades de La Cruz Blanca. Finalmente, durante esta junta Carranza la instala oficialmente como parte del Estado Mayor.
